La asociación estratégica entre Crivellaro Ambiental y Geo bio gas&carbon resultó en la construcción de una planta de biodigestión de diversos residuos industriales en Elias Fausto, São Paulo. Inaugurada en 2024, esta planta representa un hito en la gestión de residuos al transformar pasivos ambientales en recursos valiosos, con énfasis en el aprovechamiento del CO₂ biogénico.

Con una inversión total estimada en R$ 70 millones, la planta cuenta con dos biodigestores verticales, cada uno con capacidad de 6.000 m³. Además de la capacidad de producir 23.693,7 Nm³/día de biometano, un combustible renovable que sustituye a las fuentes fósiles, el proceso de valorización del biogás separa el CO₂ biogénico, lo que permite su utilización en diversas aplicaciones industriales, como la fabricación de bebidas carbonatadas, en procesos agrícolas y en otras industrias de alto valor añadido.

Con una capacidad eléctrica instalada de 1,43 MW, la planta refuerza el compromiso de las empresas con la innovación y la transición energética. Este proyecto es un ejemplo concreto de cómo los residuos industriales pueden aprovecharse para generar energía limpia y renovable, impulsando al mismo tiempo la economía circular y promoviendo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.